jueves, 18 de febrero de 2010

Tenia las pruebas en frente mio y no reaccionaba, asi como un detective que obtiene las pistas, para descubrir al criminal que habia ascesinado. Tenia las pruebas, tenia al criminal, me habia ascesinado (pero seguia con vida). Sin embargo, no sabia que hacer con el criminal y otra vez, no reaccionaba. Las pruebas pasaron de ser fundamentales a ser en bano.Este hombre era el diablo, yo estaba en el infierno y queria seguir quemandome en su hogera. Llegue a pensar que yo era el problema, y si- en parte lo era. Era una masoquista y él quien me complacia con el dolor que necesitaba. Él me daba la dosis justa y perfecta que necesitaba, era como una droga: la consumia, estaba bien, se me hiba el efecto, necesitaba mas- Pronto hiba a sufrir una sobredosis de él.

Tenia esa sonrisa engañosa, que te llevaba a la muerte; él hacia lo que queria conmigo, y yo (la masoquista) hacia lo que fuera por que me de dolor y un poco mas de esa sonrisa. Me exitaba, él jugaba sucio y a mi me encantaba, hasta que así fue un lindo tiempo de amor-
(Por que llegué a pensar que el dolor era amor) Sí, hasta que lo maté.

VIUDA (y era feliz de estarlo).